Tarjetas revolving, cómo funcionan y por qué el Tribunal Supremo ha declarado su interés abusivo

Las tarjetas revolving son tarjetas de crédito, que han sido comercializadas por muchas entidades, pero que tienen un funcionamiento diferente a las tarjetas de crédito tradicionales.

Si en una tarjeta de crédito normal el cliente devuelve todo lo que ha ido disponiendo en un mes al comienzo del mes siguiente, en las tarjetas revolving se aplaza el pago del capital dispuesto en varias cuotas. Es más, no se permite pagar la deuda de una sola vez. Esto hace que la deuda vaya disminuyendo muy lentamente. A esto se añade que, en muchas ocasiones, el tipo de interés que se aplica a la deuda pendiente es extremadamente elevado, llegando incluso al 27%. Otra característica de las tarjetas revolving, y de ahí su nombre, es que el cliente puede volver a usar la parte del crédito que ha reembolsado.

El especial funcionamiento de las tarjetas revolving hace que prácticamente el cliente nunca satisfaga su deuda, sea muy difícil de satisfacer o, como señala el Tribunal Supremo, el prestatario se convierta en un “deudor cautivo”.

Recientemente el Tribunal Supremo se ha pronunciado sobre esta práctica bancaria en una Sentencia dictada el pasado 4 de marzo. En este caso el alto Tribunal considera nulo el interés del 27,24% aplicado por WiZink por ser superior al “tipo medio aplicado a las operaciones de crédito mediante tarjetas de crédito y revolving publicado en las estadísticas oficiales del Banco de España”, que era del 20%.

Sin embargo, el Tribunal Supremo no se queda únicamente con el análisis del tipo de interés aplicado sino que va más allá y abre la puerta a realizar un control de transparencia de la operación al señalar que, en muchas ocasiones, son “operaciones de crédito al consumo concedidas de un modo ágil (en ocasiones, añadimos ahora, mediante técnicas de comercialización agresivas) y sin comprobar adecuadamente la capacidad de pago del prestatario, pues la concesión irresponsable de préstamos al consumo a tipos de interés muy superiores a los normales, que facilita el sobreendeudamiento de los consumidores, no puede ser objeto de protección por el ordenamiento jurídico.”

Las consecuencias de esta Sentencia es que una persona que se haya visto afectada por este tipo de prácticas abusivas en su tarjeta revolving puede reclamar a su entidad bancaria la devolución de las cantidades abonadas de más, cantidades que, teniendo en cuenta los altos tipos de interés aplicados puede ser importantes.