Microcréditos. La cara oculta del dinero rápido.

Con el tiempo, la necesidad de acceder a dinero en pequeñas cantidad de manera más fácil y sin tanto trámite documental que nos exigen los grandes bancos o cajas, dio paso a la creación de los microcréditos.

Estos microcréditos son préstamos de entidades de créditos a consumidores, de pequeñas cantidades de dinero, de una manera rápida y sin casi documentación que aportar.

Su contratación está hecha para que sean devueltos en plazos cortos de tiempo.

Estos microcréditos o préstamos son contratados, por norma general, por gente que está pasando por una mala situación económica y a quienes, las entidades bancarias, no les conceden préstamos por no cumplir sus requisitos.

A simple vista parece un negocio muy bueno pues aquellos que necesitan dinero fácil y rápido pueden acceder a estos créditos o préstamos prácticamente con una sola llamada telefónica.

Entonces, ¿Dónde se encuentra el truco?

Estos microcréditos se caracterizan por tener unos intereses extremadamente abusivos, en muchos casos, superiores a los que las entidades bancarias ponían en préstamos como, por ejemplo, los hipotecarios o las tarjetas revolving.

Mucha gente se encuentra en la situación de que con los intereses que paga y las diferentes comisiones por aplazamiento del pago del préstamo o microcrédito, se da cuenta que ya lo ha abonado en su totalidad pero sigue pagando porque no llega a cancelarlo nunca.

En muchos casos los intereses y cargos ante la demora del pago pueden hacer que sea imposible su devolución y nos encontremos en un bucle infinito de deuda, ya que mucha gente ante la necesidad de finalizar un microcrédito contrata otro en otra entidad, entrando en una espiral difícil de salir.

Uno de los grandes problemas de estos microcréditos es que si la deuda asciende a una cantidad considerable pueden reclamárnosla por vía judicial. Teniendo que acudir a un procedimiento monitorio.

¿Se puede reclamar y pedir la devolución de lo pagado de más?

Sí, esa posibilidad existe y la jurisprudencia avala la declaración de nulidad por usurario de un micro préstamos, declarando abusivos los intereses y exigiendo a la entidad prestataria la devolución de lo pagado de más.